Tomado de Vanguardia. Por: Ricardo R. González
Las experiencias de un médico villaclareño que presta servicios en Argelia alertan sobre los cuidados ante la predilección excesiva por las mascotas.
Las lámparas del quirófano vuelven a encenderse. Los galenos y personal auxiliar ocupan sus puestos, mientras el instrumental aparece en orden. Un nuevo caso que comienza con dolor abdominal, similar a una apendicitis, a lo que se suma picazón severa, tos, esputos de sangre, opresión en el pecho, fiebre, vómitos y diarreas en cuadro variable según el órgano afectado.
En los 16 meses que lleva de misión el doctor villaclareño Felipe Caraballo Obregón, junto a su homólogo Julio César Canto Pérez, de Las Tunas, y la licenciada holguinera Margarita Tejas Pérez han encontrado realidades insólitas provocadas por la de Hidatidosis o Quiste Hidático en suelo argelino. Una enfermedad parasitaria grave inducida por gusanos que afecta tanto a animales salvajes o domésticos y es trasmitida a los humanos.
Cuenta Felipe, vía correo electrónico, que ya llevan intervenidos 11 pacientes; de ellos, cinco niños y seis adultos, pero lo sorprendente resulta que uno de los menores tenía alojado los tumores en el hígado (ya operado), y queda pendiente la operación en el pulmón.
Todo ocurre en el poblado de Cheria, municipio de Tebessa, distante a unos 750 km de Argel, y aunque parezca lejano el peligro acecha porque el fenómeno existe en todos los continentes.
«La hidatidosis tiene como huésped definitivo al perro, en tanto dispone de intermediarios como las ovejas, ganado vacuno, cabras y cerdos. El ciclo se completa con la infección del perro debido a la ingestión de quistes presentes en las vísceras crudas.
«También pudiera invadir el organismo mediante alimentos contaminados con excremento de canes. En esta porción donde estoy prevalece la cría y venta de ovejas como municipio eminentemente agrícola, pero hay que extremar la precaución ante esa pasión que sienten las personas por sus mascotas», precisa Felipe.
Con casi 34 años de experiencia y 29 como especialista en anestesia el villaclareño no deja de mostrar su asombro ante las circunstancias.
«Esta es mi cuarta misión. Primero en Ángola, después en Colombia, Honduras y ahora en Argelia, pero según lo vivido podemos afirmar que el padecimiento se propaga al existir una inadecuada higiene y la violación de las medidas sanitarias».
Puntos claves
El criterio especializado coincide en que el hígado resulta el órgano más afectado. «Este es el encargado de realizar numerosos procesos metabólicos, sin descartar los relacionados con la coagulación sanguínea. La morbilidad va en ascenso, y aunque aquí afecta mayoritariamente a la infancia y adolescencia no se puede descartar al resto de los grupos poblacionales».
— Se habla de hígado, pero qué otros órganos son vulnerables?
— Pudiera aparecer en el aparato respiratorio, incluido los pulmones, pero también en riñones, huesos y encéfalo. En esos quistes se multiplican miles de parásitos, y el ser humano aparece como un huésped intermediario de manera accidental por el contacto con los animales.
— ¿Por qué vía se extraen los quistes?
— Utilizamos la laparotomía o apertura del abdomen a fin de extirparlos y se aplica un drenaje con tratamiento antiparasitario durante 10 días. Si el tumor está presente en el hígado el proceso operatorio debe prolongarse por dos horas, pero en el caso del pulmón serían unas tres horas aproximadamente.
— Una vez extirpados ¿pueden reincidir?
— No es descartable. Incluso en los tratados aquí existen tres personas que al no cumplimentar las normas higiénicas han tenido que someterse nuevamente a operaciones.
Para el doctor Felipe Caraballo es de nuevo chocar con la piedra. En Angola morían a temprana edad por falta de un sistema de Salud durante la guerra, mas la afección encuentra registros en el sur de Europa (España, Francia e Italia) y en otras latitudes.
Baste decir que en un hospital privado el costo de todo el proceso operatorio oscila entre 1800 y 2500 dólares en dependencia de la localización y evolución del enfermo.
Lo que sí no puede perderse de vista es que la enfermedad tiene importancia clínica debido a su progreso crónico, con marcada tendencia a la mortalidad, de no atenderse a tiempo, o al desarrollo de discapacidades de gran magnitud.
Memorámdum
— El período de incubación de la enfermedad resulta largo, y puede transcurrir asintomática durante los primeros años. Si bien los quistes hidáticos son benignos admiten complicaciones de no detectarse a tiempo, pues hay casos que deben ser operados hasta siete u ocho veces.
— Estas masas encuentran localización, aparte del hígado, en los pulmones, el cerebro o los huesos. Hay casos en que el tumor desaparece con determinados medicamentos siempre que sean pequeños, pero una vez aumentados la única vía para retirarlos es la quirúrgica.
— Para muchos la hidatidosis era una afección controlada; sin embargo, en la actualidad puede incidir sobre más de 70000 personas muchas de las cuales lo desconocen.
— El padecimiento, como cualquier infección parasitaria, presenta un ciclo complejo. Necesita dos huéspedes: el llamado definitivo que posee la tenia o gusano en estado adulto, y un intermediario donde se desarrolla esta en estado de larva (quiste hidático).
Respecto a Cuba, la situación debe seguirse ante la proliferación de las mascotas y ciertos hábitos incorrectos que llevan a los menores a coquetear frecuentemente con estas sin lavarse las manos. Se conoce, además, de adultos que hasta se acuestan o duermen con sus mascotas y como dice una canción: «ni poco ni demasiado, todo es cuestión de medida».
«Cuba no conocía antes de dengue, tampoco de zika y de otras enfermedades que han sido importadas. Por tanto no puede descuidarse la vigilancia y adoptar las reglas elementales de higiene en los hogares », enfatiza el doctor.
Contrastes
Para muchos la Hidatidosis o Quiste Hidático constituye un padecimiento «tercermundista». Crasso error. Está presente en todos los continentes, aunque las mayores incidencias se concentran en países africanos y asiáticos.
Lo mismo aparece en Marruecos que en Kenia, en Libia o en China, pero no escapa de Europa ni de América donde la población residente en sus áreas endémicas supera los 14 millones.
Un estudio realizado en Argentina demostró que en el período 1987-2001 se registraron 517 fallecidos por la enfermedad con la tasa más elevada de la región patagónica. Llama la atención que el grupo comprendido entre 60 y 89 años concentró el 60 % de la totalidad de los decesos, pero desde el primer año de vida hasta los 29 agregó un 9 %.
Por ello se corrobora que la probabilidad de muerte aumenta con la edad, y de existir programas de control, normas de diagnóstico, protocolos encaminados a la detección de portadores asintomáticos, y el cumplimiento estricto de las normas sanitarias las muertes por Hidatidosis pueden evitarse.
¿Tenemos o no nuestras Razones?
«Sin que resulte un teque o algo manido, insistimos en el lavado correcto de las manos antes de ingerir alimentos y luego de ir al baño, así como de las verduras. No puede olvidarse el tratamiento higiénico y medicamentoso de las mascotas domésticas, fundamentalmente los perros, y la debida cocción de las carnes para evitar que el parásito se disemine y no se presente en la cotidianidad de los cubanos».
Un detalle queda para quien escribe como especie de leit motiv o pesadilla: Incapaz sería de promulgar el desamor hacia los animales, pero ojo con esas personas que duermen junto a sus mascotas o están en continuas caricias porque el delirio desmedido puede causar consecuencias irreversibles o fatales. No lo olvide.