Tomado del portal de RSS.
El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, suspendió por otros 30 días la activación del Título III de la Ley Helms-Burton, pero abrió por primera vez desde 1996 la posibilidad de que se establezcan demandas contra determinadas empresas cubanas bajo este acápite.
La suspensión es necesaria “por el interés nacional de los Estados Unidos”, señala un comunicado del Departamento de Estado.
Sin embargo, establece una excepción.
A partir del 19 de marzo la suspensión de la posibilidad de entablar demandas legales no se aplicará en el caso de las “entidades y subentidades” incluidas en la lista unilateral del Departamento de Estado de empresas que supuestamente están vinculadas a la defensa y el sector de la seguridad nacional.
Esa relación de empresas fue dada a conocer el 8 de noviembre de 2017 como parte de las medidas de la administración de Donald Trump para limitar más el comercio con Cuba y los viajes de los norteamericanos, e impide a los ciudadanos de este país hacer transacciones financieras directas con las entidades incluidas.
Ha sido actualizada desde entonces para incluir nuevas empresas, sobre todo hoteles y otras entidades del turismo.
Cuba califica de arbitrario el listado, que incluye desde los ministerios de las Fuerzas Armadas y del Interior, y la Policía Nacional Revolucionaria, hasta empresas, sociedades anónimas, la Zona Especial de Desarrollo Mariel, y las terminales de contenedores de Mariel y La Habana.
“Continuaremos estudiando el impacto de la suspensión” del Título III, refiere el comunicado del Departamento de Estado, mediante el cual se notifica al Congreso la disposición de dar otros 30 días de plazo a la aplicación total de la medida.
Si bien el Título III entró en vigor en 1996, año en que el gobierno de William Clinton firmó la ley, todos los gobernantes norteamericanos han vetado la posibilidad de efectuar demandas a compañías que “trafiquen” con propiedades nacionalizadas tras la Revolución.
Esta es la primera vez desde entonces que se abre la puerta a demandas al amparo del título III de la Helms-Burton.