Tomado de Juventud Rebelde
Así de Fácil te invita a reutilizar y unir varios fragmentos de tela para luego crear una pequeña obra de arte. Es una técnica llamada patchwork y ha atrapado a entusiastas de las manualidades en todo el mundo.
Aunque el origen del patchwork se lo disputan Inglaterra, Japón y Estados Unidos, no cabe dudas de que todo comenzó cuando algunos retazos de tela cayeron en manos creativas y convirtieron lo que parecía desperdicio en una nueva pieza útil y hermosa.
Las pequeñas piezas se colocan formando dibujos, secuencias, simetrías, y pueden tener forma cuadrada, triangulares, hexagonales o romboides. El tamaño lo decides tú, así como la composición y combinación de colores y texturas.
Pero confeccionar cojines, sobrecamas, bolsos, cortinas, manteles o agarraderas para la cocina no es la única utilidad de este trabajo manual, pues para muchos deviene también un pasatiempo y terapia relajante con la que paliar el estrés de la vida cotidiana.
Si hasta ahora no te habías atrevido a pintar o dibujar, con el patchwork podrás hacer aflorar al artista que llevas dentro.