La lengua que hablamos nos define. Aprendemos sus palabras desde los primeros instantes y a medida que pasa el tiempo, vamos apropiándonos de nuevos vocablos y de sus múltiples significados, la gramática, sus sinónimos y antónimos, cómo hablar y redactar correctamente… Aunque aprendamos nuevos idiomas, algo necesario, por demás, nos enorgullece el materno. Este 21 de febrero es el Día Internacional de la Lengua Materna, una fecha instituida por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO.
El International Mother Language Day fue proclamado por la Conferencia General de la UNESCO en Noviembre de 1999. La idea de celebrar el Día Internacional de la Lengua Materna fue una iniciativa de Bangladesh. Fue aprobado en la Conferencia General de la UNESCO de 1999 y se ha observado en todo el mundo desde el año 2000. La UNESCO cree en la importancia de la diversidad cultural y lingüística para las sociedades sostenibles.
Desde Febrero de 2000, esta fecha es observada con el objetivo de promover el multilingüismo y la diversidad cultural.
Las lenguas son el instrumento de mayor alcance para la preservación y el desarrollo de nuestro patrimonio cultural tangible e intangible. Toda iniciativa para promover la difusión de las lenguas maternas servirá no sólo para incentivar la diversidad lingüística y la educación multilingüe, sino también para crear mayor conciencia sobre las tradiciones lingüísticas y culturales del mundo e inspirar a la solidaridad basada en el entendimiento, la tolerancia y el diálogo.
Muchos de nosotros, desde que nacemos hasta que morimos, hablaremos la misma lengua: la que aprendemos de pequeños, la que hablan nuestros padres y nuestros abuelos.
Sin embargo, muchas personas en todo el mundo hablan idiomas que están en peligro de desaparición; con lo cual tendrán que aprender una nueva lengua para poder desarrollar sus actividades cotidianas (estudiar, trabajar, etc.) y sólo podrán hablar su idioma materno con sus padres y abuelos.
Se trata de gente que pertenece a comunidades o grupos minoritarios, como algunas comunidades indígenas, que hablan una lengua que sólo conocen ellos. Eso tiene una consecuencia muy perjudicial para ellos: a medida que esos grupos van extinguiéndose, por el fallecimiento de los mayores, cada vez menos personas hablan ese idioma.
Algunos podrán pensar que eso tiene su lado positivo, si todos habláramos la misma lengua nos podríamos entender mejor. Pero en realidad, no se trata de un beneficio; de esa manera, poco a poco, nuestra diversidad cultural se va empobreciendo. Al final, todos salimos perjudicados.
Datos reveladores:
• Desde que el ser humano empezó a hablar, unas 30.000 lenguas han desaparecido.
• Actualmente, de las 6.000 o 7.000 lenguas del mundo, unas 3.000 están en peligro de desaparición.
• Todos los años, al menos 10 idiomas desaparecen.
• Se considera que una lengua está en peligro cuando la hablan menos de 100 mil personas.
Según la UNESCO toda iniciativa para promover la difusión de las lenguas maternas servirá no solamente para incentivar la diversidad lingüística y la educación multilingüe, sino también para crear mayor conciencia sobre las tradiciones lingüísticas y culturales del mundo e inspirar a la solidaridad basada en el entendimiento, tolerancia y diálogo.