Tomado de Granma. Por: Yudy Castro Morales
El malecón habanero se llenó este domingo de banderas cubanas. Un mensaje tricolor ondeó desde las ventanillas de los carros, motorinas, cocotaxis, bicicletas… Carteles en mayúsculas, hechos a mano, «gritaron», fuerte y claro: «¡No más bloqueo!», «Puentes de amor», «¡Cuba por la Vida!».
Así, en caravana contra una de las injusticias más grandes de todos los tiempos, amaneció ayer La Habana y más de medio centenar de ciudades del mundo.
En la capital, la comitiva, convocada por la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), arrancó a las diez de la mañana desde el muelle flotante en La Habana Vieja, junto a la Alameda de Paula, hasta el Torreón de La Chorrera.
«Soñar y continuar un país: los jóvenes llevan en sus pechos la frase Tú eres el presente. Y estamos viendo en los hechos que no esperan el futuro. Lo están haciendo», añadió Díaz-Canel en Twitter, junto a otros mensajes que reiteraron la confianza en nuestra juventud y la certeza de que «¡Cuba va!».
A agradecer las muestras de apoyo recibidas desde diversas latitudes contra la política hostil del Gobierno norteamericano y a festejar los aniversarios fundacionales de la ujc y la Organización de Pioneros José Martí, que se celebrará el venidero 4 de abril, también estuvo dedicada la marcha.
Estas caravanas a favor del reclamo cubano de «cese el bloqueo» nacieron, justamente, en la ciudad estadounidense de Miami, hace ya nueve meses, bajo la iniciativa Puentes de Amor, y, desde entonces, cada último domingo del mes, suman más participantes, allí y en todos los continentes.
«Los jóvenes cubanos siempre tendremos motivaciones para dar la pelea, para exigir nuestros derechos, para continuar la obra de la Revolución», dijo el primer secretario del Comité Nacional de la UJC, Diosvany Acosta Abrahante, al concluir la jornada.
También el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, miembro del Buró Político, expresó que el bloqueo, en medio de la pandemia, «impide nuestros esfuerzos, obstaculiza nuestros resultados, lo mismo en la prevención, que en los tratamientos y la producción de las vacunas».
Entre los caravanistas, Ana Fidelia Quirót, la cubana auténtica, más allá de la corredora mundial, aseguró que «todo el que se sienta agradecido, deportista o no, debe estar presente aquí», y una pequeña, de la mano de sus padres, dijo que «el bloqueo es levantar paredes», cuando el mundo pide tender puentes.
¿Hasta cuándo se va a mantener el bloqueo económico del Gobierno de EE. UU. contra Cuba?, cuestionó Babis Vorreas, de Grecia, integrante del Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad de los Pueblos; mientras, Benito Alvízar Novo, vicepresidente del Club de Lada de Cuba, subrayó que «esa política genocida y unilateral de Estados Unidos pretende ahogarnos por hambre y dificultades; pero no lo van a lograr».