Tomado de Granma
El amor es un concepto tan amplio que rebasa el amor a la pareja, incluye el amor filial, a la familia, a la naturaleza, a los próceres y, por supuesto a la Patria y la humanidad.
Sobre esta última expresión de amor, nuestro Héroe Nacional José Martí escribió: «El amor, madre, a la Patria / no es el amor ridículo a la tierra, / ni a la yerba que pisan nuestras plantas; / es el odio invencible a quien la oprime, / es el rencor eterno a quien la ataca», y precisó en otro momento: «pongamos alrededor de la estrella, en la bandera nueva, esta fórmula del amor triunfante, con todos y para el bien de todos».
El líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, apuntó sobre esa modalidad del amor: «y eso que se llama amor a la Patria, es una materia prima espiritual que produce mucha más energía que el uranio y el hidrógeno».
La Revolución es un acto de amor, escribió el Guerrillero Heroico, Comandante Ernesto Che Guevara, cuando dijo que «El revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor. Es imposible pensar en un revolucionario auténtico sin esta cualidad. Nuestros revolucionarios de vanguardia tienen que idealizar ese amor a los pueblos, a las causas más sagradas y hacerlo único, indivisible. No pueden descender con su pequeña dosis de cariño cotidiano hacia los lugares donde el hombre común lo ejercita. Hay que tener una gran dosis de humanidad, una gran dosis de sentido de la justicia y de la verdad para no caer en extremos dogmáticos, en escolasticismos fríos, en aislamiento de las masas. Todos los días hay que luchar porque ese amor a la humanidad viviente se transforme en hechos concretos, en actos que sirvan de ejemplo, de movilización».
Pero, de lo que más se ha escrito es del amor de pareja, tema en que vale la pena recordar algunas frases de nuestro Martí, quien escribió: «El amor, como el árbol, ha de pasar de semilla a arbolillo, a flor, y a fruto?» y lo definió como «una rosa al revés, porque tiene las espinas dentro». Dijo de este sentimiento que «Por el amor se ve. Con el amor se ve. El amor es quien ve. Espíritu sin amor, no puede ver». «Amor es delicadeza, esperanza fina, merecimiento y respeto. Sin pan se vive, sin amor ¡no!. El amor es una fiera, que necesita cada día alimento nuevo. El amor, con el engaño vuela. El amor perdido es un presagio de los infernales sufrimientos. ¡El amor es la excusa de la vida!».
No sorprende que casi todos los escritores en algún momento escribieron sobre el amor. Fiodor Dostoievski, en Los Hermanos Karamazov, apuntó: «¿Qué es el infierno? Sigo manteniendo que es el sufrimiento de ser incapaz de amar».
Antoine de Saint-Exupéry aseguró: «El amor no consiste en mirarse el uno al otro, sino en el mirar hacia el exterior juntos en la misma dirección.», y Honoré de Balzac apunta: «Mientras más uno juzgue, menos uno ama».
Defensor igualmente de la amistad verdadera, nuestro Apóstol escribió: «es tan hermosa como el amor: ¿Dónde – después del amor de una mujer – hallas tú nada más hermoso que la amistad?». Y subrayo: «La amistad es superior al amor en que no crea deseos, ni la fatiga de haberlos satisfecho, ni el dolor de abandonar el templo de los deseos saciados por el de los deseos nuevos».
Sirvan estos apuntes para honrar un sentimiento que rebasa horas, días y fechas, que es superior al tiempo.