Siempre conviene recordar que el 23 de abril ha sido seleccionado como Día del idioma y del libro en honor a dos insignes figuras de la literatura universal: Miguel de Cervantes y Saavedra (España) y William Shakespeare (Inglaterra) quienes fallecieron ese día del año 1616 También en esa fecha murió el Inca Garcilaso de la Vega, cronista peruano y uno de los mejores prosistas del renacimiento hispánico.
El primero de ellos es el creador, entre muchas otras obras literarias, de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, obra cumbre de la literatura española, considerada como la primera novela moderna de la literatura universal. Cuando Cervantes creó su personaje, intentaba representar a través de él el amor caballeresco; pero el Quijote se fue por encima de las intenciones de su autor y se ha convertido en un modelo ético de la vida y símbolo del afán de justicia.
Por su parte, William Shakespeare, poeta y dramaturgo, es una figura genial de quien se ha dicho que “no era de una época, sino de todas las épocas”, y no solo porque sus obras continúan representándose o son fuente de inspiración para otros creadores o llevadas a otras manifestaciones artísticas; sino por el profundo conocimiento de la naturaleza humana, evidenciado en la caracterización de sus personajes.
Por su parte, el Inca Garcilaso ofrece una visión de los incas trascendente para la historiografía colonial. En sus Comentarios reales, trata la historia, la cultura y las instituciones sociales de esta civilización.
El Día Internacional del Libro se celebra desde 1930 y coincide con la entrega del premio “Miguel de Cervantes”. Los cubanos podemos sentirnos muy orgullosos de que dos compatriotas, el relevante novelista Alejo Carpentier y la insigne poetisa Dulce María Loynaz, hayan alcanzado tan significativa distinción.
En el año 2010, la ONU estableció los “Días de las lenguas”, para celebrar la diversidad cultural y el multilingüismo.